LOS APUNTES DE FAINÉ
Cinco días. 27 y 28-10.
1.- APTITUD VALIOSA. Muchas veces ignorada: el optimismo. Este debe estar sustentado, de manera realista, en nuestras capacidades, en las de nuestro equipo y en una permanente disposición hacia la cultura del esfuerzo. “Esto nos lleva a afrontar el cambio como una gran oportunidad y no solo como una amenaza”.
2.- ELEMENTO DIFERENCIADOR. El factor humano será más que nunca el que marque la diferencia. Por mucha capacidad de procesamiento de datos y de análisis que lleguen a tener los ordenadores, y es bueno que así sea, seguirá siendo imprescindible: priorizar, contextualizar y salvar con inteligencia emocional las situaciones complicadas que nos presenta el día a día de cualquier directivo”.
3.- EL EFECTO DE UNA SONRISA. Porque un programa de software o un robot “nunca podrán sustituir el efecto de una sonrisa. NI la confianza que se obtiene de una mirada franca y directa a los ojos”. Este es el motivo por el que la persona seguirá siendo el centro de la vida empresarial. “La responsabilidad de un buen directivo será la de sumar inteligencias, humanas y artificiales”, asegura, a la vez que recomienda a los directivos no olvidad nunca la maleta de los valores.