PROFESIONALES SÉNIORS, BIENVENIDOS A LA EMPRESA
Cinco Días. 10-5.
Si antes al sénior se le consideraba improductivo, poco flexible y con mayores índices de absentismo (en realidad es al revés), hoy el reto parece estar en la percepción de una mayor dificultad para adaptarse a entornos tecnológicos. Son prejuicios con poca base empírica, pero cualquier empresa se mostrará poco inclinada a contratar o invertir en un trabajador si anticipa una vida laboral más corta y menos competitiva. En el mercado esto se traduce en dificultades para encontrar empleo, a veces por tiempo prolongado, y en la dificultad para mantener las condiciones salariales que se tenían antes de perder un trabajo. La realidad es que numerosos estudios contradicen estos prejuicios, mostrando un perfil contrario al sugerido por los estereotipos. Al margen de una experiencia útil en la vida real, mayor pragmatismo y capacidad de reflexión, la madurez parece aportar una disponibilidad a trabajar y un nivel de compromiso laboral comparable o incluso superior al de otras etapas profesionales.