EN DEFENSA DEL EMPLEADO DE BANCA
Por Jesús Barbosa, Secretario General del sindicato Suma+t. cincodias.com. 14-12-22.
Las actuales direcciones de negocio buscan el beneficio a corto plazo e imponen una presión comercial muy difícil de soporta. El maestro, el médico y el empleado de banca eran, hace no tanto tiempo, unas de las figuras más respetadas por los vecinos en nuestra sociedad. Sin duda, en los pueblos y en los barrios, estas personas se convertían en los pilares en los que se apoyaban los ciudadanos para resolver muchos de los problemas de su día a día: la educación de los hijos, la salud de los ciudadanos y las cuestiones financieras de la familia. Efectivamente, los empleados de banca desempeñaban una labor que iba mucho más allá de la simple gestión monetaria para convertirse en verdaderos consejeros y asesores en los que los ciudadanos depositaban su confianza para afrontar cualquier aspecto relacionado con las finanzas familiares. ¿Por qué ha perdido en estos momentos el empleado de banca parte de ese prestigio social? Como todas las situaciones complejas, habrá muchas vertientes que expliquen cómo se ha podido llegar a la situación actual, pero, lo que está claro es que esa falta de reconocimiento está más relacionada con las políticas desarrolladas por las distintas entidades financieras, que por el trabajo diario desempeñado por todos aquellos que trabajan en las oficinas.