FRASE PARA LA REFLEXIÓN
Expansión 4-5
HAMBRE Y SED DE SABER.
De un artículo de Santiago Álvarez de Mon.
Reportaje que el diario El Mundo dedicó este lunes a Emmanuela John. ¿Cuál es su mérito? En tierras Shilluk, en plena zona de guerra en Sudán del Sur, refugiada, separada trágicamente de sus padres, ha sacado las mejores notas del Estado. Camina diariamente varias horas hasta el colegio y se ocupa de sus seis hermanos. Interrogada por el periodista reconoce que se ve obligada a estudiar por la noche, escribiendo en la letrina sobre el papel higiénico. “Es cierto. No tenemos nada más. Se hace de noche a las siete de la tarde y es justo cuando todo se queda en silencio. Así que uso la luz de mi móvil para poder estudiar”. Alumna tan aplicada, tenaz y curiosa, apunta maneras, tiene las ideas muy claras. “Quiero ser doctora. Mi país necesita médicos. Mira cómo está todo”. Impulsada por esa vocación de servicio, invita a las alumnas de Sudán a perseverar en el empeño, a ser valientes. “Que vuelvan a la escuela cuanto antes. Todas. Que intenten seguir su educación a pesar de todas las desigualdades de género a las que tenemos que enfrentarnos, como matrimonios infantiles, embarazos prematuros o pobreza”. El ejemplo admirable de valor y perseverancia de Emmanuela John me interpela en mi doble condición de profesor y padre. Lo que para millones de niños y jóvenes en el planeta es una necesidad básica insatisfecha, un derecho conculcado, una frustración indigna, para otros muchos es un regalo desagradecido, un lujo desperdiciado, una conquista infravalorada. Muchos con hambre de aprender se quedan con las ganas, mientras que otros inapetentes y aburguesados se sientan a la mesa rutinariamente.