LOS EMPLEADOS SEGUIRÁN SIENDO LA CLAVE
De un artículo de José Ignacio Goirigolzarri, Presidente de BANKIA. Expansión XXX Aniversario.
El sector financiero se enfrenta a una etapa de profundos cambios y debe estar preparado para atender a los formidables retos que tiene sobre la mesa. De ello destacaría dos: la reputación y la rentabilidad. De la reputación hay que ocuparse, por un lado, escuchando lo que la sociedad nos está reclamando y, por otro, explicando lo que hacemos. De la rentabilidad podemos decir que viene limitada por tres grandes condiciones: La creciente regulación, los tipos de interés a cero, los cambios de hábitos de los clientes y la revolución tecnológica. Todo esto tiene unos efectos muy diversos, pero uno evidente es que se están rebajando las barreras de entrada en el sector, lo que permite la llegada de nuevos competidores. En este contexto, el objetivo de mejorar la rentabilidad de forma recurrente ha de pivotar sobre las necesidades del cliente, ofreciéndole la mejor combinación del mercado en términos de un servicio excelente con un precio muy competitivo. Los clientes van, por supuesto, a querer aprovecharse de las facilidades de la tecnología, pero van igualmente a requerir también una relación personal que tendrá su máximo valor en la asesoría y contratación de productos.
En el futuro, al igual que hoy en día, las personas que trabajan en las entidades financieras y su ilusión por el proyecto que comparten seguirán siendo el elemento distintivo de los bancos excelentes.