COMUNICACIÓN EFICAZ. Del libro de Enrique Sueiro.
8. Resumen asequible. Salvo excepciones, la prensa no puede ni debe contar todo: una conferencia íntegra, un discurso completo, una lista exhaustiva… Las buenas informaciones ofrecen lo relevante para el público destinatario. Nada menos y nada más.
9. Más es menos. Yerran quienes piensan que un buen Departamento de Comunicación debe llamar mucho a los medios, mandar innumerables notas y convocar frecuentes ruedas de prensa. Con matices, esa fórmula garantiza fracasos a medio plazo. Además, predispone mal a recibir y, por tanto, a publicar supuestas noticias de esas entidades equivocadamente tozudas.
10. Cantidad y calidad. Una simple referencia en The New York Times vale más que una doble página en el diario más importante de una pequeña localidad. También es cierto que, según el perfil de la institución, el impacto local puede primar muy por encima del internacional.
11. Localismo global. Por una parte, los medios tienden a acercar a su público los temas de origen lejano, de manera que la noticia adquiera un componente nacional, regional o local. Por otro lado, se ha difuminado la barrera del localismo. Así se explica que una noticia de España, con interés humano y garra informativa, pueda publicarse en una revista de Australia o emitirse en una televisión local de Canadá.
12. Criterio de actualidad. La actualidad marca la agenda de temas de los medios. Si la prensa nos requiere, es el momento de mostrarse accesible. Responder afirmativamente cuando telefonea el periodista facilita su predisposición a atendernos mejor cuando llamemos nosotros.
13. Descontrol del error. Si comete un error (aunque sea una errata) en un artículo disponible en internet, aunque lo subsane pocas horas después, la versión errada puede aparecer ya en otras webs que la han reproducido. De ahí la importancia de aplicar en todos los niveles –individualmente, en empresas y medios de comunicación– el lema de Joseph Pulitzer: precisión, concisión, exactitud.