BBVA SE ARMA CON 200 BANQUEROS PRIVADOS Y DISPARA UN 65% LOS CLIENTES VIP
Por Sandra Sánchez. Ex.30-1-23.
El banco suma nuevos profesionales a su red y pone el foco en clientes de la entidad que todavía no reúnen las condiciones para entrar en este segmento, pero que podrían hacerlo más adelante. BBVA aprieta en la pelea por los clientes de grandes patrimonios en España. El banco, que tiene nuevo CEO al frente del negocio de banca privada, da nuevos pasos en sus objetivos estratégicos para acelerar su crecimiento en este segmento de clientes vip. En la batalla por arrebatar el liderato de la banca privada a CaixaBank y Banco Santander, BBVA ha incrementado su red de banqueros privados, que atienden a los clientes con patrimonios por encima de los 500.000 euros, hasta los 685 profesionales actuales. El banco se ha armado con más de 200 banqueros privados en los últimos dos años para ampliar su cobertura a clientes de grandes fortunas en toda España. Se trata de un incremento sustancial de la red de banqueros, en cerca del 40%, que BBVA tiene repartida a lo largo de 180 oficinas especializadas por toda España. BBVA TRASPASA EL RIESGO DE 2.000 MILLONES EN CRÉDITOS A PGGM por Inés Abril. Ex.27-1-23. Dos objetivos de un golpe. BBVA acaba de mejorar su solvencia y de paso ha hecho hueco en su capital para seguir prestando a las grandes empresas españolas e internacionales con las que trabaja. Lo ha hecho con una sola operación: una titulización sintética milmillonaria con el gigante neerlandés de las pensiones y dueño de Madrileña Red de Gas, PGGM. La transacción asciende a 2.000 millones de euros, que es la valoración que tienen los préstamos a grandes clientes corporativos de Europa, Estados Unidos y Asia que la división de banca de inversión de BBVA ha agrupado para hacer la operación. Estos créditos siguen en su balance y ahí se quedarán, pero el riesgo ya no es suyo. PGGM asume desde ahora el impacto ante cualquier incumplimiento o turbulencia que se produzca en la cartera de préstamos, porque BBVA le ha traspasado la mayor parte del riesgo, según señalan fuentes de la entidad. Es el rasgo característico de una titulización sintética, donde lo que se vende no son los créditos en sí, sino el peligro de impagos que llevan aparejado.