COMPÁS DE ESPERA EN LAS FUSIONES BANCARIAS
Ex.27-1. De un artículo de Salvador Arancibia.
Supervisores y responsables de las entidades vigilan estrechamente la evolución de la rentabilidad de los bancos. Si ésta no aumenta de forma sostenible, la concentración será inevitable. Desde hace meses, las presiones internas y externas para que los bancos españoles inicien una nueva ronda de fusiones está encima de la mesa. Empezó el Banco de España, a través del subgobernador Fernando Restoy, emplazando a las entidades a que analizaran si su modelo de negocio era sostenible en las circunstancias actuales de bajos tipos de interés, escasa demanda de crédito y necesidad de mejorar los márgenes estrechos con que operaban. Esa llamada a la reflexión se hizo en el verano pasado y fue reiterada posteriormente también por el gobernador, Luis Linde.
El BCE, a favor: Las autoridades supervisoras europeas también han propugnado que los bancos con problemas de rentabilidad busquen un paraguas protector que les permita seguir funcionando. La semana pasada el presidente de BBVA, Francisco González, reiteró en Davos su convencimiento de que en un futuro no muy lejano quedarán cinco o seis entidades en España. Lo dijo poco después de que la consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa, afirmara que no veía un nuevo proceso de consolidación porque ya se había producido uno muy intenso.
En todo caso, lo que mayoritariamente se piensa es que o cambia mucho la situación y se produce una recuperación importante de la actividad o las cuentas de resultados de las entidades seguirán muy estresadas lo que impedirá aumentos de la rentabilidad que resulten suficientes para remunerar el coste de capital. Y si esto no ocurre no habrá otro camino que las fusiones.