CONTROVERTIDO ANIVERSARIO
Por Santiago Álvarez de Mon. Ex.11-12 2020.
El debate real, inaplazable, de índole moral, no es entre Monarquía o República (no me olvido de Francia, Alemania, EEUU, Italia…), sino entre libertad o totalitarismo, entre democracia o dictadura. Recupero a Ortega. “Basta que una minoría resuelta se haga dueña del poder público para poder afirmar que la vida política en ese país atraviesa una etapa de gravísima anormalidad… No hay salud política cuando el Gobierno no gobierna con la adhesión activa de las mayorías sociales”. Está de rabiosa actualidad. Mientras dormimos, algunos se dedican a desmantelar la casa común que construimos juntos. Necesita reformas, cambiar algunos materiales, renovar el aire, apuntalar cimientos, pintura nueva, pero de ahí a liquidarla media un abismo. Una abrumadora mayoría quiere tolerancia, respeto, libertad, trabajo, justicia, honestidad, moderación… El centro no es un lugar para egos acomplejados, almas pusilánimes, sino para personas fuertes convencidas de la bondad y necesidad de esos valores.