DONALD TRUMP
POR JOSÉ Mª CARRASCAL EN LA TERCERA DE ABC 19-1.
Trump supo leer la confusión y el desamparo producidos por el desplome de las Torres Gemelas y la gran crisis económica mejor que todos sus rivales y, apoyado en ese miedo, rabia, impotencia e indignación, llegar a la presidencia. Con la otra muleta, sin la que nunca habría llegado: prometer a sus compatriotas que «haría de nuevo a América grande». Todo va a depender de lo que se entienda por «grande». Si, como hasta la fecha, significa extender la influencia por países y continentes, crear naciones amigas, derribar regímenes opuestos, me temo que el fracaso va a ser estrepitoso, por la sencilla razón de que hoy el mundo es demasiado complejo para que alguien pueda imponer su hegemonía. Si, por el contrario, por «grande» se entiende atender a las necesidades de la propia ciudadanía y buscar el acomodo con los demás, es posible que un hombre de negocios, como es él, consiga adaptarse mejor que los políticos profesionales, cuyas ideologías se han quedado anticuadas. Sobre todo si se rodea de gente experimentada, como el expresidente de la EXXON o el comandante en jefe de las tropas en Irak y Afganistán, a cargo de las carteras de Exteriores y Defensa. No porque ellos se lo pidieran, sino porque él se lo pidió, señal de que busca su consejo. Que lo siga es la gran incógnita. En cualquier caso, no podíamos continuar como íbamos, y Donald Trump, en último extremo, puede ser el revulsivo que nos lo haga ver.