DRAGHI DEFIENDE EL LOGRO DE SU POLÍTICA PERO PIDE APOYO A LOS GOBIERNOS
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Expansión.3-6.
Mejora las perspectivas de crecimiento e inflación. El BCE se centra en la puesta en marcha de los estímulos anunciados en marzo y reitera la necesidad de una política fiscal que apoye la recuperación. Considerando esto y que varias de sus últimas piezas –compra de bonos corporativos y subastas de liquidez a la banca– aún no han sido colocadas sobre el tablero, los miembros del BCE decidieron ayer mantener sin cambios los tipos de interés y no anunciar nuevos estímulos. De hecho, aunque Draghi afirmó que “el BCE debe llevar a cabo su política monetaria, con independencia de lo que hagan los demás”, volvió a despejar responsabilidades hacia los gobiernos nacionales al apuntar que “si se llevaran a cabo las reformas estructurales necesarias, el tiempo para alcanzar nuestro objetivo de inflación (próximo al 2%) se acortaría”. El Presidente del BCE no dudó en señalar la lentitud en la aplicación de reformas estructurales como una de las grandes amenazas para la recuperación económica europea. Por eso reclamó, una vez más, de los gobiernos medidas para mejorar la productividad, un impulso de las infraestructuras que favorezcan la inversión y unas políticas fiscales más favorables para el crecimiento. También, volvió a advertir de la necesidad de dar un impulso decidido a la unión monetaria, ya que “mientras se mantenga incompleta, la debilidad permanecerá”.
El miércoles 8 de junio el BCE empezará a comprar deuda corporativa. Así lo anunció la institución ayer, poniendo fecha a una medida sin precedentes. En cambio, el BCE evitó cualquier indicación sobre el volumen de compras mensuales, limitándose a señalar que serán parte de los 80.000 millones del programa de compra de deuda (QE), que incluye también deuda pública y cédulas hipotecarias. Además, señaló que cada semana ofrecerá un listado de los bonos que haya adquirido.
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