EL ARTE DE REINVENTARSE
Por Santiago Álvarez de Mon. Ex.11-10.
Comienza refiriéndose a los retos de las personas mayores:A nivel macro, como país, ¿nos podemos permitir el lujo de desperdiciar el caudal de conocimiento y experiencia atesorado por hombres y mujeres en plena madurez intelectual y profesional? A nivel micro, cuando la agenda se relaja, cuando se encuentra en ella huecos antes inexistentes, cuando el móvil no suena tan frecuente, no todo el mundo disfruta de una diferente y más relajada cadencia vital. ¿Motivos? Vaya usted a saber, cuidado con generalizaciones absurdas:¿Una identidad construida exclusivamente alrededor de una posición o responsabilidad institucional? ¿Un estatus social vinculado excesivamente con el trabajo? ¿Primacía del personaje representado durante años, investido de un cierto poder, sobre la persona que respiraba en la sombra? ¿Ausencia de planes, hobbies, aficiones, relaciones, amistades… que convierten un retiro, un descanso reparador, en cima difícil de escalar? ¿Vacío existencial, excesiva dependencia de indicadores de productividad personal? ¿Simple y llanamente, animales de costumbres, cuesta desarrollar nuevo hábitos y actividades que impriman sentido a nuestros días? Preguntas universales que tarde o temprano a todos nos interpelan, las respuestas son evidentemente personales e intransferibles. Pone el ejemplo del ex fiscal General del Estado, Eduardo Torres Dulce. Además de ser un hombre de leyes, también ejerce la docencia, vocación donde vuelca todo su saber, talento y experiencia. Crítico de cine habitual en Expansión, sus crónicas las devoro con interés. Al hecho de escritor se suma la circunstancia de editor. Ilusión y canas, energía y sabiduría, no es mala combinación. Mental, afectiva, espiritualmente jóvenes, sin extrapolar ingenuamente, me atrevo a apuntar dos conclusiones. Una, el equilibrio personal requiere de una identidad plural, rica, versátil. Poner todos los huevos en la misma cesta, demasiado riesgo, nos puede limitar y empobrecer. De ahí a apagarnos prematuramente media un paso. Dos, a “retirarse”, a reinventarse se aprende desde el principio, navegando por el río de la vida desde su nacimiento y desarrollo. Difícil improvisar a los sesenta lo que no has cultivado a los treinta. Vivir es importante… y urgente.