EL BUEN DIRECTIVO ES EL QUE SABE REPARTIR “MARRONES”
Cincodias. 21-2.
Si las tareas tediosas caen en la misma persona, se quema. Estos encargos pueden servir para descubrir a líderes ocultos. Según la profesora del master en recursos humanos de la Barcelona School of Management, órgano asociado a la Universidad Pompeu Fabra, Yolanda Portolés: “Dentro del término marrón podemos meter a todo el paquete de situaciones que definen una tarea que nadie desea hacer. Este concepto es bastante amplio, porque cada empresa y sector, así como cada departamento, tiene unas labores concretas que suelen ser las menos atractivas”, prosigue. Y estas suelen ir a más. La razón, explica esta docente, está íntimamente relacionada con la optimización de los recursos económicos de las organizaciones, que recortan en personal pero no en tareas, haciendo que muchas de estas labores que antes tenían dueño recaigan ahora en otros profesionales. Sin embargo, a pesar del malestar que genera ser el receptor habitual de estos recados, los marrones también pueden servir como revulsivo para muchos trabajadores. “Para quien los ha gestionado de forma resolutiva, puede ser una forma de demostrarse a sí mismo que ha salido airoso de una situación complicada, de saber que ha podido solventar algo difícil”, relata Yolanda Portolés