EL MEJOR PARTIDO
Por Santiago Álvarez de Mon. Ex.30-9-22.
A propósito de la despedida de Roger Federer con la Rod Laver Cup como marco de fondo. Elogio de la debilidad: No estoy reivindicando a los pusilánimes, a las almas plañideras, a los quejicas que se arrugan ante cualquier envite serio. No estoy rindiendo homenaje a personalidades asustadizas, temerosas, incapaces de enfrentarse y superar sus miedos. Estoy rescatando, protegiendo, a través de dos deportistas ejemplares, nuestra versión más frágil y vulnerable, la otra cara de nuestra grandeza. Elogio de la debilidad, podría titular esta columna, dedicada a una sociedad que hace de la fuerza bruta, de la chulería, de la agresividad, lugares habituales. Si llorásemos más, con dignidad y sentido de la oportunidad, si pidiéramos disculpas con más frecuencia, si perdonáramos de verdad, si nos mostráramos más humildes y sencillos, si diéramos sinceramente las gracias más a menudo, nos iría mucho mejor, seríamos más felices, al menos viviríamos en paz con nosotros mismos. Actitudes, comportamientos nobles, los niños y los ancianos –unos al comienzo del viaje, otros al final– entienden lo que intento decir. Agradecido a Federer y Nadal por los partidos que nos han regalado, por la caballerosa competencia que han protagonizado, la escena de ambos desarbolados, llorosos, indefensos, se me antoja la guinda de una historia feliz. Es como esas películas que acaban bien. Para mí, sin duda, su mejor partido. Seguir leyendo en: