ES MEJOR LLORAR EN LA OFICINA QUE ENFRENTARSE EN CALIENTE AL JEFE
Por Isabel Vilches. Ex. 10-1-21.
Saber gestionar las emociones en un contexto laboral resulta básico, más cuando surgen enfados, momentos de rabia y de ira. Es normal que se produzcan desencuentros entre colegas o con el director a la mínima, porque con ellos se pasa un tercio del día…En el trabajo (y en la vida en general), es mejor tirar de diplomacia, ser reflexivo y aprender a controlar la frustración, la impotencia o el disgusto: “No debemos dejarnos invadir por nuestras emociones. Pueden aparecer, claro, pero hay que saber pararlas y medir las consecuencias de nuestras palabras en caliente. Mejor será pensar qué le quiero decir a mi superior, serenarse… Dejar pasar el tiempo ayuda a regular el nivel de enfado, de ira, de desengaño. En esos momentos álgidos debemos poner el foco en relajarnos y no en darle vueltas a la contestación que quiero dar”, recomienda la doctora Rosa Molina, especialista en psiquiatría en el Hospital Universitario Clínico San Carlos de Madrid. “No hay que contestar hoy: mejor será pensar bien qué se va a responder para que sea saludable [y provechoso] para mí y para mi jefe”, remarca.