FUERA DE LA ZONA DE CONFORT
De un artículo de Santiago Álvarez de Mon en Ex.24-2.
Salir fuera de su zona de confort equivale a blindarse del aburguesamiento que suele acompañar a lo cotidiano, a lo conocido. Significa vacunarse de la autocomplacencia que sigue al éxito, protegerse de la vanidad que sigilosamente se instala en nosotros cuando la incertidumbre inicial da paso a la veteranía y tranquilidad del logro. Viene a ser la zona de confort, base desde la que el profesional inmerso en un permanente proceso de renovación se irradia hacia el exterior, hacia un horizonte donde los límites son desafiados. Paradójicamente, solo desde la zona de confort se es capaz de salir de ella, fluyendo hacia lo sorpresivo e inefable. La educación tiene que ver con superar limitaciones y carencias, pero sobre todo con exprimir fortalezas y cualidades que esperan ser despertadas. Hay un punto de osadía y de ignorancia, curiosamente producto de una zona de confort de la que no somos descubrirla, y el resto, ocurrirá. No habrá que empujar a nadie.