HISTORIAS GRATIFICANTES
Por Santiago Álvarez de Mon. Ex. 17-6-22.
En su mensaje para la jornada mundial de las Comunicaciones sociales, enero 2020, el Papa Francisco escribió: “Para no perdernos necesitamos respirar la verdad de las buenas historias: historias que construyan, no que destruyan; historias que ayuden a reencontrar las raíces y la fuerza para avanzar juntos. En medio de la confusión de las voces y de los mensajes que nos rodean, necesitamos una narración humana que nos hable de la belleza…, que sepa mirar al mundo y a los acontecimientos con ternura… El hombre es un ser narrador. Desde la infancia tenemos hambre de historias como tenemos hambre de alimentos”. Meditación trascendente, oportuna, hoy cobra especial relevancia. Demasiadas veces la plaza pública es asaltada por las voces más histriónicas, ignorantes, negativas, resentidas. A menudo la red social deriva en teatro ruidoso, polarizado, extremista, solar ideal para nuestro lado más oscuro y animal. Siguiendo fielmente el consejo del Papa, hoy quiero detenerme en un reportaje de Sergio Saiz en Expansión. ¿Narrativa?, con motivo del traspaso de poderes de Bill Marriott, dueño y presidente de la conocida cadena hotelera, a su hijo, David Marriott, tercera generación, después de 66 años al frente del timón, éste entrevista a su padre. En un ejercicio que aúna sentido común y sensibilidad, destacaría seis ideas perfectamente extrapolables a cualquier otra empresa. Seguir leyendo en: