LA APUESTA DIGITAL DEL SEGURO
ECONOMÍA DIGITAL
Por Pilar González de Frutos, Presidenta de UNESPA. Ex. Especial 33 Aniversario.
La digitalizaciónes susceptible de cambiar elementos importantes del aseguramiento, como los conceptos de propiedad y del uso. Sin embargo, difícilmente acabará con el principio central, que es la existencia del riesgo. La industria aseguradora es, básicamente, una industria que lo que ofrece es protección financiera frente a los riesgos basándose en su capacidad de conocer dichos riesgos, de analizarlos y, por lo tanto, de modelizarlos. Resulta difícil vislumbrar entornos que cambien esto, que hagan esta labor redundante e innecesaria. De hecho, lo que es más probable es que la digitalización incremente la necesidad de conocer y gestionar los riesgos inherentes a la misma, pues es un proceso muy complejo que crea muchas nuevas relaciones, y cada nueva relación es, en potencia, también un nuevo riesgo. El seguro, por lo tanto, contempla la economía digital tanto como un proceso potencialmente generador de riesgos emergentes, como generador de nuevas formas de relación con el cliente y de aseguramiento en general. Desde el punto de vista de la regulación, el sector apoya toda iniciativa que se lleve a cabo con la intención de garantizar o fomentar el emprendimiento en todo aquello que relaciona la digitalización con los sectores financieros. Este apoyo, sin embargo, tiene una matización importante, y es ésta: nunca debe poner en cuestión el principio general, sacrosanto, de que la competencia entre actores del mercado se produzca en igualdad de condiciones. Aquellos que se dedican a lo mismo deben ser regulados de la misma manera. La regulación de nuevas actividades no puede convertirse en el portillo por el cual se cuelen unas condiciones más lenitivas para unos que para otros. Los aseguradores no tememos a la competencia, pero lo que sí rechazamos es la competencia desleal y desequilibrada.