LA BANCA BUSCA LA CONFIANZA PERDIDA
ABC. 15-5.
El sector intenta recuperar el crédito dañado por la crisis de las cajas y otros escándalos, y ante el desapego de los jóvenes digitales.
Según una encuesta de Oxford University Press a jóvenes españoles, estos al contratar un producto financiero, desconfían más del empleado de banca que de las opiniones de internet y de amigos y familiares. La generación millennials va creciendo: en Europa suman 51 millones y en 2025 supondrá el 75% de la fuerza laboral, según un estudio de Viacom. No es casual que los gigantes de la telecomunicaciones estén intentando captar negocio. Orange acaba de adquirir el 65% de Groupama para lanzar su banco Orange Bank para captar el negocio de los clientes más jóvenes que operan exclusivamente por el móvil.
El Presidente de la AEB reclama un reconocimiento para la parte del sector que se mantuvo al margen de los escándalos y que ha sido clave para abandonar la recesión. Los bancos suelen acusar de la crisis de imagen del sector al segmento de las cajas de ahorros, que concentró prácticamente todos los rescates y desveló años de injerencia política en su gestión económica que acabó resultando ruinosa. El nuevo marco normativo de la CECA introduce una serie de mejoras en su gobierno corporativo que no permitirá la influencia política en la gestión financiera y garantiza la idoneidad de los miembros de sus órganos decisorios. Pero entretanto nuevos competidores han entrado en acción para comerse la porción del pastel que estaba quedándose sin dueño: las “fintech”. “Lo importante es que las autoridades estén atentas y regulen a estos nuevos actores para no generar un agravio comparativo”, afirma Ángel Berges de AFI y miembro de la EBA. “La revolución digital plantea una serie de oportunidades para estar más cerca de nuestro clientes, conocerle aún mejor, a través de herramientas como el big data, y ofrecerles una atención más personalizada”, dice la CECA.
“Los profesionales de banca tendrán que tener un perfil más cualificado y orientado al asesoramiento. Implicará recuperar aquella relación más personal que había en el pasado”. dice Francisco Uría de KPMG.