LA BATALLA INTERIOR DEL LIDERAZGO
Por Santiago Álvarez de Mon. Ex.15-7-22.
El liderazgo en el que pienso y sueño es un viaje desde dentro hacia fuera, ese es el orden natural de los factores. Cada persona debe trabajarse a sí misma, ir descubriendo diversas capas de su identidad –talentos, habilidades, valores, creencias…–, desandar su camino, atreverse a ser original irrepetible, no fotocopia tirada en serie. Se trata de ser autores del libro de nuestra historia personal, de tener la inteligencia y carácter de liderar nuestra propia vida, de desatar nuestros nudos gordianos. Al servicio de propuesta tan sencilla y desafiante debe movilizarse la mejor educación. Sócrates soñaba con ciudadanos libres, críticos, independientes, capaces de pensar por sí mismos. Las élites burocráticas de entonces, como las de ahora, recelosas de todo lo que huela a excelencia individual, inclasificable, ya ven como lo acogieron, cuál fue su final. Adoctrinar o educar, manipular o cultivar lo mejor de cada alumno, dilema crítico que a menudo resolvemos mal. Cuando la multitud, gregaria, endogámica, tribal, aplasta al individuo, misterioso singular, se resiente toda la sociedad.