LA IA Y SUS LÍMITES: PRINCIPIOS PARA UN CORRECTO DESARROLLO
RAMÓN GARCÍA ESPELETA |GERENTE VIRTAULA|CAIXABANK| LINKEDIN 5/2/24
En este nuevo territorio que está creando el uso de la Inteligencia Artificial (IA), se requieren normas que impulsen su potencia y crecimiento, al mismo tiempo que eviten posibles impactos negativos en la sociedad. En este emocionante viaje hacia el futuro, tanto la hiper regulación como la falta de criterios éticos pueden resultar contraproducentes. Es por eso por lo que proponemos partir de principios básicos que guíen el desarrollo y uso de la IA, equilibrando la innovación con la responsabilidad. Resumidos en 4 puntos;
1. Justicia, Transparencia y Explicabilidad: La IA debe ser como un libro abierto, sin secretos oscuros. Evitar sesgos injustos y proporcionar explicaciones claras sobre las decisiones de los algoritmos es esencial. La transparencia no solo construye confianza, sino que también fomenta la comprensión pública de esta tecnología.
2. Privacidad y Seguridad en el Centro. En la era de la recopilación masiva de datos, la IA debe ser una guardiana rigurosa de la privacidad y seguridad de las personas. Garantizar el respeto y protección de la información personal es una prioridad ineludible.
3. Colaboración para el Éxito: La IA no debe ser un lobo solitario, sino un colaborador por excelencia con el ser humano. Deber fomentar la colaboración con socios y terceras personas maximizando su potencial y evitando monopolios indeseados. Juntos, podemos crear un entorno donde la innovación puede desarrollarse de manera más amplia.
4. Sostenibilidad. El impacto ambiental no puede pasarse por alto. Es hora de que las empresas adopten prácticas tecnológicas que minimicen su huella e impulsen un desarrollo sostenible. La IA no solo debe avanzar, sino hacerlo de manera amigable con el medio ambiente.
Con este panorama, la ética en la IA se erige como un imperativo no negociable. Recordemos que la IA, por sí sola, no es ética ni no ética; en realidad somos nosotros; los humanos; los responsables de su comportamiento. Así, la responsabilidad recae en nosotros para establecer límites claros y no esperar que la evolución tecnológica pueda tomar las riendas.
El desafío de la IA debe encontrarnos con principios sólidos y esa visión ética. En este viaje imparable hacia el futuro, la innovación y la responsabilidad deben caminar de la mano, guiándonos hacia un horizonte donde la IA no solo transforma, sino también mejore nuestra sociedad.
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