LAS CLAVES DE LA COMUNICACIÓN PARA EL LIDERAZGO. PILARES FUNDAMENTALES
POR MIGUEL UDAONDO, AUTOR DE “COMUNICA” (LID EDITORIAL)
Tengo que hacer mi presentación ante el consejo de administración. La he preparado concienzudamente, porque de su aceptación dependen mucho dinero y puestos de trabajo; sin embargo, nada más entrar en la sala, me invade una desagradable sensación de negatividad y la intuición de que me la van a rechazar. Estoy seguro de que no puede ser por mi causa, sino que probablemente se debe a algo que ha ocurrido allí antes de mi entrada… ¿Qué debo hacer? ¿Cómo debo abordar el proceso de comunicación que está a punto de empezar, a fin de contrarrestar la potencial negatividad detectada e influir sobre la decisión que ha de tomarse y que tanto me afecta? ¿Cómo debo abordar el proceso de comunicación que está a punto de empezar, a fin de contrarrestar la potencial negatividad detectada e influir sobre la decisión que ha de tomarse y que tanto me afecta? El hecho cierto es que comunicar adecuadamente en cada situación es fundamental para quien tenga una responsabilidad ante otras personas. También lo es para quien pretenda mostrar su valía, su potencial o su humanidad. Da igual si se trata de un ejecutivo, un maestro, un sanitario, un vendedor, un gestor o un consejero. En resumen: para quien debe ejercer liderazgo. Seremos aquello que comuniquemos, a los demás y a nosotros mismos.
Si hasta aquí formulaba preguntas, sería frustrante no proporcionar algunas respuestas, aunque la brevedad de este espacio obligue a hacerlo en forma muy sintética.
- De forma general y en principio, para que una comunicación tenga éxito debemos tener en cuenta dos cosas: Transmitir con precisión en función del momento, las personas y las circunstancias y, todavía más importante, escuchar correctamente.
- Tres aspectos en cuanto a qué necesitamos para mejorar nuestra comunicación: 1. El primero es Aprender a observar. 2. El segundo es Saber. 3. Obviamente, el tercer elemento a considerar es Practicar. Respecto al número y la variedad de situaciones de comunicación a las que quizá debamos enfrentarnos, ningún libro puede contemplarlas todas. Lo que es claro es que debemos disponer de algunos “comodines” para la comunicación. Esto es, aprender a comunicar con empatía, con aceptación incondicional, (¡que no es en absoluto lo mismo que estar de acuerdo!), tener capacidad de negociar, posibilidad de influir, así como actuar en función del tiempo disponible, siempre teniendo en cuenta la finalidad de la comunicación.
Para concluir, me parece honesto con el lector, responder al dilema del inicio. ¿Qué ocurrió con esa presentación al consejo? Tampoco era momento de intentar conciliar. Por ello, en esa ocasión decidí no arriesgar. Así, pesar de tenerlo todo dispuesto, presenté una excusa alegando que necesitaba confirmar determinados datos y pedí que me permitieran traer mi propuesta al siguiente consejo. En esa ocasión, el ambiente era diferente y la propuesta salió adelante.