LEALTAD Y EQUIPO
Por Santiago Álvarez de Mon. Ex.18-3-22.
Curiosamente, siendo inherente a nuestra condición social, conscientes de nuestras limitaciones como individuos aislados, no nos resulta fácil trabajar en equipo. Del yo al nosotros, tránsito natural dada nuestra limitada capacidad individual, se nos atraganta con preocupante frecuencia. Si se repasa detenidamente el funcionamiento de grupos de diversa naturaleza y composición –orquestas sinfónicas, consejos de administración, equipos de fútbol, de baloncesto, comités de dirección…– se constata que a menudo prima la agenda personal sobre los objetivos comunes. Marco ideal y exigente para trabajar desde una mentalidad de abundancia, aprendizaje y servicio a los demás, deriva tristemente en una colección de egos mirándose al ombligo, enredados en batallas más o menos sutiles, larvadas, presididas por la inseguridad y el afán de poder. Encerrados en silos aislados, mirando exclusivamente hacia arriba, ahí está el jefe, y hacia abajo, los subordinados, nuestro radar es incapaz de captar lo que ocurre a nuestra derecha o izquierda. Por eso los que deberían ser compañeros leales y empáticos de fatigas, se convierten en adversarios a batir o vigilar. O los ministros de Podemos colaboran lealmente en el Gobierno, o por dignidad renuncian. Seguir leyendo en el enlace:
Me gustaría obtener el link para leer el articulo completo.