LIDERAZGO: ANTE UN CONFLICTO, EL DIRECTIVO DEBE SER PACIENTE, PERO TAMBIÉN RÁPIDO Y RESOLUTIVO. SÍ, EL JEFE SIEMPRE MANDA, PERO TIENE QUE ESCUCHAR A LOS DEMÁS
Por I. Vilches. Ex.7-10-21.
Los problemas, de raíz. Para solucionar un conflicto personal entre trabajadores es elemental reconocer que existe y no evitar hablar de ello. “En el momento en que se produce, hay que sentarse a hablar para tratar de resolverlo”, recomienda el profesor Jay Barney, experto en estrategia corporativa en tiempos de incertidumbre. Para que esta conversación –previsiblemente tensa– transcurra con cordialidad, este docente de la Universidad de Utah recomienda que el jefe (si es que el conflicto surge entre empleados de diferentes categorías laborales) “comience diciéndole al otro: te respeto, confío en ti y te admiro, pero estamos en desacuerdo en estos puntos, que se los debe detallar para tratar de buscar o pedir una explicación sobre el otro punto de vista. Si la charla es respetuosa, si ambos se muestran reflexivos, es posible que lleguen a un acuerdo. Si no, la decisión que se impone es la del jefe”, remarca. Aunque, tras esta reunión, ganan los dos, porque, según considera el profesor, “crecen como personas y aumenta el vínculo entre ambos”. Además de en las emocionales, “el CEO debe implicarse en todas las crisis”, recomienda Barney. Ante un primer momento de caos, un buen directivo “debe ser paciente pero también rápido y resolutivo a la hora de tomar decisiones. Tiene que escuchar y actuar”, asegura el profesor, en Madrid esta semana como ponente en la conferencia de Corporate Governance organizada por IESE Business School.