MÁS PRESIÓN CONSOLIDADORA SOBRE LA BANCA
La Llave, editorial de Expansión, 9-3.
La banca española tuvo un buen 2018 con crecimiento del beneficio a doble dígito en un contexto marcado por tipos negativos, compensado por cinco factores: fuertes saneamientos inmobiliarios, culminando así la limpieza de balances; caída generalizada de la morosidad y del coste del riesgo, permitiendo compensar la debilidad de los márgenes operativos; tímidos crecimientos de actividad crediticia; fuertes avances en digitalización, que es la palanca de reducción de costes a futuro; y continuada reducción de estructura y de redes físicas. En la última década el sector ha llevado a cabo una intensa reducción de costes, con el cierre de cerca del 45% de su red de oficinas y una disminución de plantillas próxima al 35%. Pero a pesar de este esfuerzo, su rentabilidad sigue siendo inferior al coste del capital, y ello explica las bajas cotizaciones bursátiles. Y esta semana el sector ha sufrido una importante oleada de caídas en Bolsa propiciada por la decisión del BCE de posponer a 2020 la normalización de la política monetaria, por lo que la esperada subida tipos no llegará este año. Ello genera una mayor presión para la consolidación sectorial, y muchos observadores consideran que la concentración de la banca mediana en España, ya iniciada con el acuerdo entre Unicaja y Liberbank, se acelerará.