OLVIDEMOS LA RETENCIÓN, EL TALENTO HAY QUE FIDELIZARLO
Por Susana Vicente. Socia Directora de la división territorial Norte de CE Consulting. Ex.27-9-23.
Al hablar de fidelización ponemos a las personas en el centro de la estrategia, comenzando así la transformación necesaria en las políticas de gestión de personas. El punto de partida de las estrategias de fidelización es la selección. Contratar a personas cuyos valores y objetivos se alineen con los de la empresa aumenta la probabilidad de una relación laboral duradera y fructífera. Por tanto, hay que evaluar no solo las habilidades técnicas de los candidatos, sino también la personalidad y adaptabilidad para formar luego equipos cohesionados y productivos. A partir de aquí, las empresas deben atender especialmente a cuatro áreas: desarrollo y crecimiento profesional, conciliación, reconocimiento y clima laboral. Proporcionar oportunidades de formación y desarrollo profesional demuestra a las personas trabajadoras el compromiso que la empresa tiene con su crecimiento. Los planes de carrera y la posibilidad de asumir nuevas responsabilidades incentivan la permanencia. Y qué decir del equilibrio entre vida laboral y personal. Si queremos que mejore la satisfacción y lealtad de los trabajadores a la empresa, es imprescindible ofrecer flexibilidad en los horarios y opciones de trabajo remoto, facilitando la conciliación. También reconocer los logros y el esfuerzo de los empleados es esencial y refuerza su compromiso. Hagámoslo con recompensas tangibles como bonificaciones, ascensos y beneficios adicionales. MÁS PISTAS PARA SABER QUÉ CAPACIDADES BUSCAN LAS EMPRESAS por Montse Mateos. E&E. 30-9-23. La adaptabilidad es la habilidad que más aprecian las empresas. Tiene que ver con la capacidad del individuo para responder con rapidez y eficacia a las exigencias del entorno. La agilidad en el aprendizaje y la curiosidad desempeñan un papel clave en la capacidad de adaptación.