TODOS QUIEREN (Y PUEDEN)TENER SU FACULTAD
E & E 25-6.
Especial Formación de Directivos.
Pequeñas y medianas empresas encuentran en consultoras externas la posibilidad de construir sus propios centros de formación sin la necesidad de asumir los elevados costes derivados del mantenimiento de unas instalaciones propias y un claustro de profesores en plantilla. Los propios empleados ejercen, en muchos casos, de docentes para el resto de plantilla. Liderazgo y ventas son las dos disciplinas en las que más invierten las firmas para instruir a sus trabajadores.
Un ejemplo: UN APOYO EXTERNO A LAS DECISIONES INTERNAS.
Recibir asesoramiento y orientación académica por parte de terceros para el desarrollo de una universidad corporativa no implica, en ningún caso, una pérdida del poder de decisión de la compañía que contrata los servicios. La división de crédito al consumo de BNP Paribas, Cetelem España, creó Talentos hace cinco años como un programa académico en el que identificar a sus mejores profesionales y observar su evolución dentro de la compañía para localizar la formación más adecuada para cada uno de ellos, en función de sus competencias y resultados. ”De forma interna vemos qué necesidades tenemos, decidimos a quién tenemos que formar y contratamos expertos que se especializan en conocernos bien para ofrecernos los contenidos más adecuados a lo que estamos buscando”, cuenta Nuria Gómez, directora de Desarrollo y Talento de Cetelem España. Consideraron esta opción como forma de contar con un lugar propio de formación continua, pero sin tener que hacer frente a los gastos derivados de una sede física o una plantilla fija, de lo que se ocupa Euroforum. “Una empresa mediana como la nuestra, de 1.200 empleados, y como la mayoría de las que operan en España, no puede incorporar en sus costes fijos un claustro de profesores y una sede física. Euroforum nos dota de espacios que pagamos sólo por uso y realiza una selección de formadores sobre los que nosotros tenemos la última palabra. “En la empresa seleccionamos al formador, pero ellos hacen el primer trabajo”, cuenta la directora de desarrollo y Talento de Cetelem España. Seis años después, los 1.200 empleados de la firma han cursado alguno de los programas formativos que la empresa ha seleccionado para ellos de forma casi personalizada, lo que ha tenido como resultado un alto grado de satisfacción para la empresa y para la plantilla. “Si la persona tiene éxito, la compañía también”, asegura Gómez.